A más de 400 años de aquella primera vez, en todo el mundo se levantan árboles navideños de una belleza increible.
De diferentes tamaños, adornados con delicadeza y una creatividad absoluta que envuelve a estas fechas de color y tanta magia.
Que la ilusión y el reencuentro sean pilares presentes en cada uno de los corazones de todos nosotros para apostar por la alegria, el amor y todo lo más profundo y verdadero de la vida. Sin importar tanto que vamos a comer o que regalos quizás pueda haber.
Feliz Navidad!
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