Unicef a dado a conocer una serie de recomendaciones para acompañar y contener a los niños que han vivido directa o indirectamente el drama de las inundaciones recientes.
Es normal que los niños sufran diferentes tipos de alteraciones como pesadillas o dificultades para dormir. En esos casos dejémosle unos días que se pasen a la cama de los papás por la noche pero paulativamente acompañémoslos a sus camas dejando quizás una luz tenue encendida.
Pueden estar más apegados a la familia, sin ganas de ir al colegio, más irritados, que lloren sin saber porqué, sobresaltados ante ruidos. Importante es que los adultos los contengamos, abrazemos, los mimemos.
Son momentos de hablarles, de mucha cercania y comprensión. Hay niños que están muy distraidos en el colegio, pocos concentrados y también pueden hacerse pis encima. No los retemos, hablemosle sin castigos.
Todo esto a medida que transcurran las semanas debe ir cediendo, si pasa el tiempo y el chiquito mantiene o agrava alguno de estos comportamientos, solicitar ayuda en algún centro de salud o hospital a personal especializado.
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