Si la cuestión se limita al espacio disponible no hay análisis que valga. Pero sí contamos con lugar entonces la cosa cambia.
Nos referimos a si los hermanos deben o no compartir cuarto.
Dormir en la misma habitación durante los primeros años tiene varias cosas positivas. Desde sentirse acompañados, tener menos miedos y no sentirse solos. Por otro lado los ayudará a ser más compañeros.
Pero también es importante que cada hermano tenga su propo espacio, con sus juguetes, libros, y que ninguno de los niños se sienta invadido por el otro.
Quizás destinar cierto espacio, por más pequeño que sea, con algún accesorio o juguete que ayude a delimitar el lugar.
A medida que crecen, y si encima son de diferentes sexos, por pudor y necesidad de intimidad, surgirá un mayor deseo de tener espacio propios, que se deberá evaluar dependiendo de las posibilidades con las que se disponga.
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